El sector cunícola se va apagando poco a poco. El consumo de carne de conejo desciende de manera gradual, casi lineal, en torno a un 10% anual. Ese mismo porcentaje se refleja en el cierre de explotaciones. Un drama silencioso para los hogares rurales de la tan manida España vaciada.

Son granjas familiares, con gran presencia de empleo femenino, que suelen complementar otras actividades agrarias. Una labor artesana y delicada, pero también tecnológica y precisa. (…👉LEER ARTICULO COMPLETO👈…)

Fuente: agoratopgan